Abandonamos por un instante los increíbles y bellos acantilados kársticos del Algarve occidental para trasladarnos a un paisaje distinto, también precioso, de la costa oriental algarvía.
Llegamos al municipio de Tavira (también distrito de Faro) para buscar una de sus playas, la Praia do Barril. Esta playa se sitúa en la isla de Tavira, formando parte del Parque Natural de la Ría Formosa.
Para acceder a esta playa tenemos que buscar el sur de Tavira y localizar, a unos 5 km de esta localidad, el núcleo de población de Pedras d’el Rei (ambas núcleos de población, junto al de Santa Luzia, aparecen en las imágenes). En este punto se encuentra la pasarela flotante sobre la ría Formosa, que hay que cruzarla a pie (no existen carreteras para llegar a la isla). En la otra orilla de la ría, ya en la isla de Tavira, nos espera la pequeña estación que alberga a un pintoresco tren, muy pequeñito, que nos trasladará a la Playa de Barril.
Este original medio de transporte consta de un viejo mini-tren clásico que cruza en ocho minutos el kilómetro y medio que hay entre la ría Formosa y la Praia do Barril, cruzando el Parque Natural de la Ría Formosa. Este recorrido se puede hacer también a pie por un estrecho carril asfaltado paralelo a la vía férrea.
Esta línea ferroviaria era utilizada originalmente para transportar mercancías y pescado fresco entre la comunidad pesquera que se situaba junto a la playa y el apeadero de Pedras d’el Rei; hoy es un atractivo turístico.
La Playa de Barril forma parte de la isla de Tavira, de mucho mayor tamaño y que se extiende a lo largo de 10 km desde Tavira y descendiendo hasta la población de Fuseta. Toda la costa que mira al sudeste de la isla es una gloriosa línea costera arenosa.
En la Praia do Barril nos llamó muchísimo la atención la gran cantidad de anclas situadas en las dunas de la playa. Se trata del Cementerio de las Anclas, una oxidada conmemoración de la antigua flota pesquera formada por las anclas utilizadas para pescar atunes, encalladas en las dunas de arena, próximas a la playa. Más de cien anclas cuidadosamente dispuestas en filas, incorporadas amorosamente a las instalaciones turísticas de la playa.
Las complejas estructuras de redes utilizadas para atrapar al gran y poderoso atún de aleta azul requerían cientos de anclas para sujetar las redes en medio de la ferocidad del Atlántico y aguantar la fuerza de los atunes. Estas anclas de pesca son las que durante la década de 1960 fueron alineadas en la Praia do Barril cuando se hizo imposible continuar viviendo de esta profesión. Hoy en día no quedan atunes de aleta azul en las aguas del Algarve.
Junto al Cementerio de las Anclas se situaba una pequeña comunidad pesquera, que era el hogar de unas 80 familias durante la temporada de pesca de atunes, de abril hasta septiembre. La aldea fue abandonada en la década de 1960, al agotarse las existencias de atunes, pero hoy en día las pequeñas casitas encaladas en las que vivían los pescadores y sus familias han sido restauradas y convertidas en cafés, tiendas y cabañas tradicionales de playa (Barril Beach Café, Restaurante Peixe & Petiscos, Museu do Atum Praia do Barril).
Y la Praia do Barril, la verdadera protagonista de este bellísimo entorno. Esta es una de las mejores playas del Algarve oriental, con frescas y cristalinas aguas y fina arena blanca. Dispone de todos los servicios necesarios para pasar un día agradable.
La designación de parque natural limita el desarrollo urbanístico de la playa, asegurando así que la línea costera tenga una apariencia inmaculada.
Si os fijáis el capitán del cementerio de las anclas es un precioso gato. Durante todo el tiempo de la grabación estuvo deambulando por el lugar. Un gato viviendo con las anclas, que cosas...
Llegamos al municipio de Tavira (también distrito de Faro) para buscar una de sus playas, la Praia do Barril. Esta playa se sitúa en la isla de Tavira, formando parte del Parque Natural de la Ría Formosa.
Para acceder a esta playa tenemos que buscar el sur de Tavira y localizar, a unos 5 km de esta localidad, el núcleo de población de Pedras d’el Rei (ambas núcleos de población, junto al de Santa Luzia, aparecen en las imágenes). En este punto se encuentra la pasarela flotante sobre la ría Formosa, que hay que cruzarla a pie (no existen carreteras para llegar a la isla). En la otra orilla de la ría, ya en la isla de Tavira, nos espera la pequeña estación que alberga a un pintoresco tren, muy pequeñito, que nos trasladará a la Playa de Barril.
Este original medio de transporte consta de un viejo mini-tren clásico que cruza en ocho minutos el kilómetro y medio que hay entre la ría Formosa y la Praia do Barril, cruzando el Parque Natural de la Ría Formosa. Este recorrido se puede hacer también a pie por un estrecho carril asfaltado paralelo a la vía férrea.
Esta línea ferroviaria era utilizada originalmente para transportar mercancías y pescado fresco entre la comunidad pesquera que se situaba junto a la playa y el apeadero de Pedras d’el Rei; hoy es un atractivo turístico.
La Playa de Barril forma parte de la isla de Tavira, de mucho mayor tamaño y que se extiende a lo largo de 10 km desde Tavira y descendiendo hasta la población de Fuseta. Toda la costa que mira al sudeste de la isla es una gloriosa línea costera arenosa.
En la Praia do Barril nos llamó muchísimo la atención la gran cantidad de anclas situadas en las dunas de la playa. Se trata del Cementerio de las Anclas, una oxidada conmemoración de la antigua flota pesquera formada por las anclas utilizadas para pescar atunes, encalladas en las dunas de arena, próximas a la playa. Más de cien anclas cuidadosamente dispuestas en filas, incorporadas amorosamente a las instalaciones turísticas de la playa.
Las complejas estructuras de redes utilizadas para atrapar al gran y poderoso atún de aleta azul requerían cientos de anclas para sujetar las redes en medio de la ferocidad del Atlántico y aguantar la fuerza de los atunes. Estas anclas de pesca son las que durante la década de 1960 fueron alineadas en la Praia do Barril cuando se hizo imposible continuar viviendo de esta profesión. Hoy en día no quedan atunes de aleta azul en las aguas del Algarve.
Junto al Cementerio de las Anclas se situaba una pequeña comunidad pesquera, que era el hogar de unas 80 familias durante la temporada de pesca de atunes, de abril hasta septiembre. La aldea fue abandonada en la década de 1960, al agotarse las existencias de atunes, pero hoy en día las pequeñas casitas encaladas en las que vivían los pescadores y sus familias han sido restauradas y convertidas en cafés, tiendas y cabañas tradicionales de playa (Barril Beach Café, Restaurante Peixe & Petiscos, Museu do Atum Praia do Barril).
Y la Praia do Barril, la verdadera protagonista de este bellísimo entorno. Esta es una de las mejores playas del Algarve oriental, con frescas y cristalinas aguas y fina arena blanca. Dispone de todos los servicios necesarios para pasar un día agradable.
La designación de parque natural limita el desarrollo urbanístico de la playa, asegurando así que la línea costera tenga una apariencia inmaculada.
Si os fijáis el capitán del cementerio de las anclas es un precioso gato. Durante todo el tiempo de la grabación estuvo deambulando por el lugar. Un gato viviendo con las anclas, que cosas...
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